
Colegios medioambientalmente sostenibles en Medellín
Actualmente más de la mitad de la población mundial vive en ciudades. En 2050 ese porcentaje ascenderá al 70%, según datos de Naciones Unidas. Las urbes de todo el mundo se enfrentan, por tanto, al reto de su crecimiento, pero también a otros de carácter menos cuantitativo como pueden ser la inclusión social, la seguridad, la resiliencia o la sostenibilidad. Dada la relevancia de todo ello, en la Agenda 2030 se incluyó un objetivo, el número 11, centrado específicamente en estas cuestiones.
Colombia no es una excepción de esa tendencia mundial. Bogotá, con casi 8 millones de habitantes, y Medellín superando los 2,5 son sus ciudades más pobladas. Ninguna de ellas es ajena tampoco a la necesidad de avanzar en la reducción de su impacto medioambiental negativo. Es precisamente en Medellín donde estamos trabajando con la Fundación Forjando Futuros para contribuir a este objetivo, prestando atención, como no podía ser de otra manera, al cambio climático, pero también a la igualdad de género, como hacemos en todas nuestras intervenciones. El proyecto, por tanto, contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 11, 13 y 5.
La intervención, que lleva por título “Medellín resiliente ante el cambio climático, colegios medioambientalmente sostenibles”, está financiada por el Ayuntamiento de Madrid a través de su convocatoria de proyectos de cooperación al desarrollo del año 2024.
Buscamos que un total de 6 centros educativos de esta ciudad colombiana avancen en materia de educación ambiental y producción agroecológica de alimentos. La herramienta protagonista para ello serán las eco-huertas, que se instalarán en cada uno de estos colegios, y en las que ya hemos comenzado a trabajar. Se trata de espacios en los que el alumnado tendrá un papel protagonista, siempre con el acompañamiento, guía y supervisión de las y los expertos huerteros que forman parte del proyecto.
En varios de los colegios, tras las tareas de adecuación de espacios -retirada de escombros, rellenos de tierra, construcción de accesos, puesta en marcha de sistemas de riego y almacenamiento de agua de lluvia, construcción de viveros,…-, ya ha comenzado la siembra de hortalizas y verduras (lechuga, tomate, cebolla,…) y plantas aromáticas y medicinales (albahaca, romero, lavanda,…). Y en aquellos centros que cuentan con espacio suficiente, vamos a incorporar, además, composteras en las que tratar los residuos orgánicos de sus comedores. Se estima que, cada año, 3.000 kg. de estos residuos pueden ser transformados en 1.200 kg. de abono. El proceso supondrá, además, que se dejarán de producir anualmente 300 m3 de metano, evitando su emisión a la atmósfera.
Además de todo lo anterior, las eco-huertas nos brindan la oportunidad de desarrollar un programa formativo sobre ecología y medio ambiente en estos centros educativos. En ellos se abordan temas vinculados al cuidado del planeta y a la vida en comunidad, como las semillas y su relación con la biodiversidad y la soberanía alimentaria; la importancia del suelo como ecosistema vivo; la estructura y funciones de las plantas; el manejo agroecológico de la huerta; el vínculo entre alimentación, cultura y sostenibilidad; la transformación de productos naturales; y la reflexión crítica sobre el consumo, el desecho y la relación entre seres humanos y naturaleza, todo ello con enfoque de género, etario y de derechos humanos. Este programa, que también ha comenzado ya, se está caracterizando por una alta participación, interés y motivación del alumnado y por generar interesantes reflexiones sobre temas diversos y fomentar el trabajo en equipo y la sensibilidad ambiental. Al final del proyecto esperamos haber sensibilizado a casi 1.000 jóvenes de los centros educativos que participan en el proyecto y a 300 personas más entre familiares y comunidad educativa.
Siendo los centros educativos parte muy relevante del proyecto, se espera que su impacto desborde sus límites. De esta manera, el equipo del proyecto tratará de potenciar que el alumnado ponga en marcha acciones adicionales como el reciclaje y reutilización en sus hogares, la elaboración de alimentos, productos de aseo o de belleza a partir de lo cultivado en las eco-huertas o réplica de prácticas agroecológicas en sus balcones, patios o zonas comunes de sus lugares de residencia. En este sentido también será importante el concurso “Nuestra influencia sobre el medio”. Se trata de una iniciativa todavía en construcción pero que pretende que el alumnado, a través de manifestaciones artísticas, como el dibujo, la música, la poesía o el audiovisual, trasladen mensajes y acciones relacionados con el cuidado del medio ambiente para la sensibilización del resto de la sociedad.
Por último, se valora como especialmente relevante la conexión de las eco-huertas del proyecto con otras iniciativas similares que ya se están desarrollando en la ciudad de Medellín. En colaboración con la Red de Huerteras de la ciudad y, tras un mapeo de las iniciativas existentes, se desarrollará una plataforma digital que georeferenciará todas ellas y permitirá el intercambio de conocimientos y la comercialización de insumos, semillas y productos.
El proyecto finalizará en la primavera de 2027 con una serie de jornadas en las que participarán el alumnado, profesorado y familiares implicados, así como autoridades y representantes del municipio de Medellín y del departamento de Antioquia con responsabilidades en materia de sostenibilidad y medio ambiente. El objetivo de estas jornadas es socializar los resultados de esta iniciativa como un ejemplo de buenas prácticas en la contribución a la Agenda 2030 y, especialmente, en la construcción de sociedades medioambientalmente sostenibles y comprometidas en la prevención del cambio climático. Servirá, además, para rendir cuentas sobre el proyecto, así como para visibilizar el apoyo y la financiación del Ayuntamiento de Madrid.
Hasta entonces, el avance en sus actividades y resultados alcanzados los compartiremos en redes sociales con el hashtag #ColegiosMedellínSostenibles.