
¿Cambio sistémico transformador? Sí, pero sin alianzas con la economía solidaria no hay justicia económica
Sevilla fue el escenario de la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FFD4). Un espacio que nacía con promesas de transformación, de repensar las reglas del juego económico global. Pero lo que quedó fue una narrativa técnica, contenida, sin la valentía necesaria para nombrar con fuerza las verdaderas alternativas económicas.
La Economía Social y Solidaria (ESS) aparece en el Compromiso de Sevilla, sí, pero apenas en un renglón, diluida entre referencias a pymes y emprendimiento. Las finanzas éticas, aquellas que llevan años acompañando a organizaciones de base, iniciativas informales y economías comunitarias -muchas lideradas por mujeres- brillan por su ausencia. Mientras tanto, se abre la puerta a la banca comercial para que “apoye a sus clientes” en la creación de empleo digno, como si las finanzas convencionales fueran a liderar la justicia social.
Más preocupante aún es la falta de compromiso con el fortalecimiento del sector público. En un contexto donde el estado del bienestar está en juego, el documento mira hacia el mercado para ofrecer respuestas. Se habla de inversión y crecimiento, pero sin cuestionar el modelo que sigue desplazando lo público y lo común en nombre de la eficiencia.
Las declaraciones del Foro Feminista y del Mecanismo de la Sociedad Civil dan un paso más: reivindican la ESS, la economía feminista y los cuidados como piezas esenciales de una economía para la vida. Pero incluso ahí, la visión de conjunto falta. La ESS no puede ser sólo una alternativa complementaria, sino una propuesta central y transformadora, capaz de reorganizar cómo producimos, distribuimos y cuidamos desde la justicia económica, la sostenibilidad y la igualdad de género con mirada interseccional.
Por eso, si hablamos en serio de justicia económica, necesitamos más que palabras: necesitamos alianzas. Tejer redes entre sociedad civil organizada, feminismos, ESS y finanzas éticas. Ir más allá de la coincidencia puntual, y construir agenda común, con estrategia y con voz propia.
La mención a la ESS en el Compromiso de Sevilla, por pequeña que sea, nos abre una puerta. Tenemos que entrar. Estar. Decidir. La próxima Cumbre de la ONU sobre Desarrollo Social en Doha, en noviembre de 2025, será un nuevo campo de disputa. Y ahí debemos llegar juntas. Para que no nos arrebaten lo público. Para que el cuidado no se privatice. Para que la justicia económica deje de ser promesa y empiece a ser realidad. ●
Redacción: ACPP Andalucía y ACPP Innovación Social y Economía Social y Solidaria
Imagen: Escena de la gran manifestación por la justicia global en Sevilla