
Cartografías sociales en centros escolares gallegos
Durante los meses de enero y febrero de 2025, desde ACPP Galicia se llevaron a cabo una serie de talleres sobre cartografías sociales en el marco del proyecto Abeirar, proyecto que pretende generar y facilitar procesos de reflexión y toma de consciencia sobre los procesos migratorios forzosos y de refugio bajo un enfoque de Derechos Humanos y, de manera concreta, desarrollar aptitudes y capacidades para acercarse al enfoque migratorio desde una visión y perspectiva diversas con una mirada crítica y reflexiva. Para conseguir estos objetivos, se contemplan una serie de acciones con un formato lúdico-artístico y participativo encaminado a sensibilizar, mediante el arte y el juego, a la ciudadanía sobre las causas de los procesos migratorios y promover una actitud empática y solidaria hacia las personas que viven estas realidades.
Una de las metodologías por las que se ha apostado en este proyecto han sido las cartografías sociales. Esta metodología permite romper con la representación hegemónica plasmada en los mapas de los territorios e incluir una visión humanista en los espacios de quien los habita, incorporando dimensiones y elementos como emociones, sonidos o historias de vida que en muchas ocasiones no se representan en los mapas convencionales. Además, los procesos de cartografías sociales requieren, necesariamente, de la participación de las personas que habitan ese territorio. En este caso, el grupo participante fue alumnado de 6º de primaria del CPR Vilas Alborada, situado en el barrio de San Pedro en Santiago de Compostela, centro colaborador habitual de ACPP Galicia.
En el primer taller se realizaron algunas dinámicas de conocimiento grupal y se exploró la cartografía individual en la que, sobre una silueta de cada persona dibujada por ella misma, se colocaban diversas emociones o sentimientos siguiendo un esquema de colores.
El segundo taller se centró en la exploración de las cartografías personales del alumnado, con el objetivo de identificar los espacios que consideran significativos en su día a día y reflexionar sobre cómo estos influyen en su identidad y sentido de pertenencia. Para eso, se empleó una metodología participativa en la que cada persona dibujó un mapa con los lugares que perciben como importantes en su vida cotidiana. Durante la elaboración de las cartografías, se pusieron de manifiesto no solo los espacios físicos más frecuentados, como la escuela, la casa o las plazas donde juegan, sino también aquellos que tienen una carga emocional especial, como casas de familiares, parques o incluso espacios imaginarios. A través de la puesta en común, se observó una fuerte vinculación con ciertos lugares y una ausencia destacada de otros, lo que llevó a una reflexión sobre la accesibilidad, la seguridad y la pertenencia en los diferentes espacios. Además, se generó un debate en el que el alumnado compartió sus experiencias y percepciones sobre el barrio, identificando aspectos positivos y carencias en cuanto a espacios de encuentro, ocio o seguridad, y donde algunas personas expresaron la importancia de sentirse cómodas y bienvenidas en los lugares que habitan y, en algunos casos, hablaron de cómo determinados espacios pueden resultar excluyentes para ciertas personas.
Por último, el 26 de febrero tuvo lugar el tercer taller, que se enfocó en la identificación y representación de los espacios de refugio personal y en el análisis de la percepción de los territorios comunes desde una perspectiva crítica. El alumnado revisó sus cartografías y reflexionó sobre los lugares donde sentían emociones como rabia o soledad, conectando con estas sensaciones. A partir de esto, cada persona pensó en un “amparo”, es decir, un elemento que les proporciona seguridad y calma. En la segunda parte de la sesión, se retomaron los mapas de territorios comunes de la sesión anterior. Los grupos recibieron la historia de un personaje ficticio y tenían que analizar cómo se sentiría en los espacios representados en sus mapas. Finalmente, se desarrolló una actividad de creación de un “amparo común” mediante la intervención artística sobre dos paraguas transparentes. La sesión se cerró con un círculo de diálogo, donde las personas participantes expresaron que habían disfrutado mucho de los talleres y se habían sentido cómodas.
El personal encargado de la aplicación de estos talleres estuvo formado por Raquel López, de ACPP Galicia, y dos alumnas en prácticas de 4º curso del Grao de Educación Social de la Universidad de Santiago de Compostela. ●