Del huerto al aula: consumo sostenible y justicia global en el Barri Besòs
En el Institut Barri Besòs de Barcelona, una comunidad educativa diversa y comprometida ha demostrado que es posible transformar la alimentación en una herramienta de cambio social. A través del proyecto “Menja Proximitat, Menja Just, Menja Drets: Grup de Consum Conscient per la Justícia Global!”, alumnado, profesorado y familias han impulsado un modelo alternativo que conecta la sostenibilidad ambiental con la justicia global.
El sistema alimentario industrial es hoy uno de los principales motores de la crisis climática, responsable del 23% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, asociado a deforestación, monocultivos y transporte deslocalizado. Frente a ello, este proyecto, apoyado por el Ayuntamiento de Barcelona, apuesta por dietas más sostenibles, basadas en productos locales, de temporada y de comercio justo. Pero la propuesta va más allá de lo que llega al plato: busca cuestionar las lógicas extractivistas del sistema alimentario y empoderar a la juventud como agente de transformación.
Durante dos cursos escolares, el instituto ha trabajado desde la Educación para la Ciudadanía Global y la Sostenibilidad. Se organizaron talleres sobre emergencia climática, justicia global, soberanía alimentaria y derechos humanos. El alumnado analizó las causas de la crisis ambiental, debatió sobre sus hábitos de consumo y dialogó con personas del Sur Global que enfrentan directamente las consecuencias del modelo agroindustrial. El profesorado también participó en un proceso formativo para acompañar al alumnado en este camino, incorporando metodologías participativas y recursos adaptados al contexto social del centro.
La segunda fase del proyecto permitió dar un paso más: la creación de un Grupo de Consumo Consciente (GCC) en el propio centro educativo. Estudiantes de 2º de ESO se encargaron de organizar la logística, distribuir semanalmente productos agroecológicos y comunicar el proyecto con una mirada feminista e inclusiva. Esta experiencia acercó a las familias alimentos de proximidad y comercio justo, al tiempo que reforzó el aprendizaje colectivo.
El proyecto culminó con acciones de incidencia social. El alumnado redactó un manifiesto que propone cambios en los hábitos alimentarios y elaboró un vídeo donde se documenta la visita a la cooperativa La Rural, mostrando prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente. Ambas iniciativas tuvieron eco en medios como RNE, ampliando el alcance del mensaje. Además, más del 90% de los y las participantes afirmaron haber adquirido nuevos conocimientos sobre la relación entre alimentación y cambio climático. La mayoría considera que tanto el manifiesto como el vídeo servirán para concienciar a sus comunidades, generando impacto más allá del aula.
La experiencia en el Barri Besòs demuestra que la educación puede convertirse en una palanca para la transformación social. Vincular el aprendizaje con la práctica cotidiana, desde el huerto escolar hasta la creación de grupos de consumo, refuerza la capacidad de construir alternativas reales al sistema alimentario hegemónico.
Cambiar lo que comemos es también cambiar cómo entendemos la justicia ambiental, los derechos humanos y la equidad entre territorios. Desde las aulas y los barrios, se pueden sembrar semillas de futuro para una vida digna y sostenible. ●
Redacción: Equipo ACPP Catalunya
Imagen: Alumnos y alumnas del instituto conociendo el manejo de un huerto.
